jueves, 2 de julio de 2009

Marcas Plop vs Marcas Splash

Revisando la estupenda publicación de la Comisión Europea, research*eu, en el número de junio de 2007, encuentro una interesante analogía a aplicar en las marcas.

Se cuenta en un breve cómo unos investigadores del CNRS/Universidad de Lyon 1 "han demostrado que la velocidad del impacto de una piedra tiene que superar un cierto umbral para que se oiga un splash". Dependiendo, y ahí está el valor, "del estado de la superficie de la piedra".

Nos enseñan las diferencias entre la entrada en el agua de una canica hidrófila de cristal pulido, que hace un pequeño Plop al atraer el agua, y una canica hidrófoba que hace Splash al repelerla. Es decir demuestran cómo con unos pequeños nanómetros de espesor con un revestimiento de silano la diferencia -Splash- es extraordinaria. Por tanto, detalles microscópicos afectan macroscópicamente, contradiciendo explicaciones físicas anteriores de este tipo de fenómenos.

Pensemos en su aplicación al mundo del branding. ¿Puede suceder que detalles nimios para los empresas propietarias de éstas afecten a una gran masa de consumidores con consecuencias incalculables? ¿Cuántas consideraciones anteriores a los nuevos modelos de construcción de marcas 2.0 (vinculados por tanto al poder comunicador del consumidor) deben repensarse y ser expuestos a un examen crítico?

Cuántas marcas quieren ser Plop, clientófilas (si se me permite el barbarismo), pero no ponen nada de su parte, no pulen sus puntos de contacto con el cliente/consumidor. La consecuencia, y más en la actual perspectiva de la construcción social de las marcas (branding 2.0), es una marca Splash, clientófoba (;-) barbarismo)

En nuestra mano está trabajar para que el consumidor no nos repela y quiera que le tratemos como las canicas de cristal pulido al agua.

Da qué pensar, ¿verdad?
C

2 comentarios: