jueves, 13 de agosto de 2009

Renovando el conocimiento

He tomado una decisión, creo, importante. He decidido resetear el conocimiento adquirido hasta ahora -al menos, el modelo de cómo lo aprendí- y dirigir un nuevo modelo de filtración de las ideas y pensamientos hacia el campo de las emociones. Recuperando una memoria cultural de base ,sin excesiva solemnidad. Viviendo aquellos lugares, personas, libros, cuadros, avances tecnológicos, ..., donde nacieron o lo hacen en la actualidad las principales ideas de nuestro tiempo.

Digo desde las emociones, porque quiero experimentar el hecho cultural. No sólo hay que leer la biografía de Beethoven, hay que escucharlo, ..., y mucho. Hay que visitar museos, ciudades, bibliotecas, acudir a conciertos, tocar incunables, conversar sobre lo estudiado, criticar y ser criticado.

Lo define por mí el político y filósofo mexicano José Vasconcelos:


"El conocimiento emocional, a diferencia del anterior, - el racional, matemático- radica en que se manifiesta cuando las cosas y los procesos revelan una súbita identidad o disparidad con nuestra más íntima naturaleza. Al percibir que se desarrollan en el exterior ciertos procesos, como el fluir de una melodía, sentimos que nace también en nuestra conciencia un fluir paralelo, intangible pero real, flexible y casi libre. Al mismo tiempo advertimos que la liga del fluir de adentro con el fluir de afuera se hace tan estrecho, que pueden influir uno en el otro", ..., "el conocimiento racional se ejerce sobre una sustancia que me es indiferente y cuyo desarrollo depende de su propia naturaleza, sin que sea la mía capaz de mudarlo interiormente."

Sigue:

"Asentemos que la emoción abarca tanto como la existencia y ambas más que la razón, y anotemos inmediatamente la prueba que se deriva de ver que la razón es imponente para franquear el límite de sus propias reglas y axiomas, en tanto que la emoción es por excelencia libre, capaz siempre de soluciones inesperadas, e ilimitada como la fuente misma de los destinos."

En los últimos años Salovey, Mayer y el archiconocido Daniel Goleman desarrollan el concepto de Inteligencia Emocional. También Cooper y Sawaf hablan del conocimiento emocional -honestidad, energía, intuición, ...-. Pero son éstas otras orientaciones con respecto a la que pretendo adherirme.

Simplificando, cómo el conocimiento adquirido interactúa con la sensibilidad para percibir las cosas e introducirlas en la espiral de tus emociones y sensaciones adquiridas con el tiempo, con tus vivencias, con tu vida.

El proceso es vital más que cognitivo. Lo imagino infinito y que no será fácil encontrar todos los momentos de dedicación que requerirá, especialmente al querer hacerlos compatibles con el trabajo diario -que se verá recompensado, espero, a través de una mejor comprensión y capacidad creativa para construir marcas sostenibles en nuestra sociedad- y la familia. Pero seguro que me divierto e intentaré divertir a los demás.

C


2 comentarios:

  1. Muy bueno, sigue así Cèsar. @amangado

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  2. Gracias Antonio.
    Por compartir conversación contigo sobre estos temas merece la pena.
    C

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