miércoles, 30 de septiembre de 2009

Marcas que me definen (1)

Comienzo la nueva sección de los miércoles en el blog: "Marcas que me definen"

Al igual que hago con las fotos de los viernes, aunque para esa sección creo que también añadiré de vez en cuando vídeos, ocupando así un concepto más amplio de imágenes, estáticas y en movimiento.

Decía que los miércoles hablaré de mis marcas. Algunas accesibles, otras imposibles; pero siempre asociadas a mi estricto gusto personal. No haré análisis objetivos porque no podría. Si acaso, cierta dosis de honestidad al no querer convertirlo en un catálogo de marcas de interés para terceros, sino en un inventario que me ayude a depurar el proceso de construcción de mi estilo de vida, real o soñado.

Sirva esta nota introductoria para dar pie a mi melodía de las marcas (qué cursi, no?). La armonía y cadencia sostienen mi coherencia vital, aunque también habrá ciertas disonancias que aporten contrastes e, incluso, algún estrafalario desatino.

Vamos con la primera de la serie. Bueno, con las primeras, porque hoy y para rendir homenaje a mi anglofilia galopante traigo a este post dos marcas que me encantan:





Y quizá lo más curioso es que transmitiendo la primera un imaginario inglés tan intenso -trayendo a la ciudad el campo inglés con cierta estética renovada, especialmente visible en sus tiendas y espacios de relación con el cliente), me asombra cómo consiguen ambas unirse tan profundamente en mi ideal. Teniendo en cuenta, además, la modernidad y la estupenda labor que Oliver está haciendo por reconducir los hábitos alimenticios británicos.

Recomiendo especialmente la serie de DVDs de Jamie at home -hace la mejor ensalada César que he visto jamás-.

¡Ay! Pero qué haría yo sin los fantásticos English Breakfasts -con mayúsculas- cada vez que viajo a mi ciudad favorita. Esta foto seguro que elimina todo tipo de mística a las marcas de más arriba, pero no puedo hablar de lo inglés sin mencionar algo así. Puro lowxury :-)


Perdón por el voraz inciso. Con todo, lo que más admiro de Oliver es su capacidad para crear una cultura culinaria a través de una marca personal increíble, con talento para explotar su imagen y ampliar las vías de negocio bajo el paraguas de la renovación del imaginario inglés de la gastronomía.

En fin, un par de marcas, de muchas que vendrán.

C

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