lunes, 2 de noviembre de 2009

Gestionar el silencio, competencia de las marcas del futuro

Sonrío cada vez que alguien me dice,

- Anda, cuéntame algo.

Suele pasar cuando no tienes nada que comentar. Te han pillado.

Aprender a respetar el silencio se convertirá en una herramienta para gestionar las relaciones sociales imprescindible en el futuro. Proporcionar pausas naturales para disponer de tiempo concibiendo redes personales conectados a internet, imprescindibles para vivir en red.

Las relaciones virtuales, que no irreales, sostienen gran parte de nuestros momentos de relación con los demás. Así, cuando alguien que viaja contigo, trabaja en tu despacho o pasa largos ratos a tu lado se descuelga con esa frase, piensas, con el fin de poder hacerte el distraído:

- Qué lástima que no seas virtual :-)))

Igual resulto muy extremo, pero valoro tener en consideración el silencio de uno, su momento de reflexión o de relación online. Adoro las conversaciones, que conste, pero me fastidia que a veces el silencio sea tomado por descortesía, desprecio, secretismo, olvido, ... En mi opinión lo prefiero como muestra de asombro y veneración. Ante una frase, una imagen o un divertido parloteo. Cuando te quedas sin palabras ante la sorpresa de una inteligente y lúcida aparición.

Revisando a Wittgestein, gracias a este estupendo ensayo sobre el silencio, hay que hablar sólo con sentido de la realidad:

"De lo que no se puede hablar, hay que callar"
Tractatus logico-philosophicus

Aunque no lo comparto plenamente, como dije, refiero el silencio por devoción que por ignorancia. Si no sabes, pregunta, continuar callado esperando la respuesta provoca el aprendizaje. A mí me funciona :-)

No deja de sorprenderme la condición de entrada a la escuela pitagorina, varios años de silencio para mostrar no ser incoherente y saber hablar cuando se requiere.

Pero claro, llegamos al consabido final de cada post de los lunes en este blog. ¿Qué hacemos con las marcas, es posible construirlas desde el silencio?

Me gustaría creer que sí. El silencio inteligente estaría justificado para escuchar al cliente y aprender de él. Habiendo tanto donde prestar atención, especialmente con las redes y comunidades sociales, parece evidente su consideración como competencia de futuro en el branding.

Claramente, los espacios de opinión de los usuarios de cualquier marca serán mayores en influencia que aquellos de los que disfrutan tradicionalmente las marcas per se. Y si no, al menos serán más aceptados por el resto de consumidores. La gran mayoría de medios tradicionales pierden poder o desaparecen por escasa adaptación al entorno y problemas en la concepción de su nuevo modelo de negocio. No toman pausa, silencio para aprender.

El silencio como aprendizaje de tu consumidor, como recarga de argumentos para dialogar con él y ofrecer adecuadas plataformas de conversación entre ellos que posibilite a las marcas "estar" sin necesidad de hablar.

Queda abierto el debate silencioso ;-)

C



5 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo. Creo que hay que saber respetar los ritmos y las cadencias de las personas -cosa que no es nada fácil- y estar ahí de muchas otras maneras, no sólo haciendo ruido.
    ¡Un saludo!

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  2. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Creo en el silencio creativo.

    Un saludo!

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  3. Hola, La Linterna de Segovia.
    Qué interesante lo que dices de "los ritmos y las cadencias de las personas".
    Encontrar la armonía entre marcas y consumidores es tan importante como encontrarse a uno mismo. El problema que tenemos hoy en día es que no tenemos tiempo ni para definir nuestro propio acompasamiento :-(
    Gracias por tu comentario
    C

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  4. Hola Verónica Gran,
    Gracias por tu comentario. Me ha encantado tu creencia en el "silencio creativo".
    ¡Cuántas cosas se pueden comunicar sin decir nada!, ¡verdad?
    C

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  5. Gracias por publicar mi referencia, no todo el mundo lo hace

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