sábado, 26 de diciembre de 2009

El humanismo en la empresa

Da gusto escuchar a personas con capacidad de influir en los ejecutivos, como Santiago Íñiguez, rector de la IE University, hablando de la necesidad de vincular el arte y la empresa -me gusta que también hable de diseño y Bauhaus-.

Escribí desde esta misma perspectiva humanista en un post anterior y me alegra volver a encontrarme con ideas afines.

Llevo desde hace tiempo -creo que su término se antoja muy lejano- investigando en las ciencias blandas y su aplicación en el campo de las marcas, el branding y todas las labores marketinianas anexas. Buscando respuestas e ideas que sustenten, con razonamientos inteligentes y de profundidad, argumentos de apoyo a la labor de las marcas y los mecanismos para su construcción, dentro de una sostenibilidad -muy de moda, lo se- emocional. Es decir, que las marcas construyan cultura, estilos de vida, comunidades y creencias; no equívocos comerciales y problemas psicológicos.

Sólo quería comentarlo, así que ... dicho queda.

C

Actualización 28/12/09 (mal día para ser creíble :-)): Viene a mi memoria después de escribir este post una magnífica jornada de charla de hace unos días con José Carlos Balanza, artista, pintor, escultor, conversador, ..., que ayudó a deleitarme en las ideas del tiempo y lo infinito. En cómo el arte, lo conceptual, tiene cabida en el mundo de las marcas. Y no sólo eso, es necesario. Sin saber qué eres y qué quieres ser no hay capacidad de ser creíble y honesto con uno mismo. Sin saber qué marca eres y qué marca quieres ser no hay capacidad de ser una marca creíble y honesta .....


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