Ya exiten muchos blogs y mejores que este sencillo y reservado espacio personal, que en el mundo del marketing y el branding en particular, mencionan, citan, aluden y vinculan noticias de interés, casos de utilidad o, los tan de moda últimamente, exitosos virales que descubren las maravillosas bondades de su práctica.
No seré yo quien intente imitar en este blog esas plataformas. Por otro lado, tan interesantes y necesarias para todos aquellos a los que nos dedicamos a esta dichosa profesión de construir marcas que permiten a nuestros clientes vender en mejores -o al menos diferentes- condiciones que su competencia.
Sus análisis permiten conocer, de la mano de estupendos profesionales, cómo perciben ellos una profesión, la estudian y desentrañan. Nos la comunican de manera absolutamente gratuita, aunque no desinteresada, a mayor impacto de su marca personal, mayores emolumentos para la agencia que dirigen o en la que trabajan. Justo, por otro lado.
Por tanto, qué sentido tiene hacer lo que ya hacen tanto experto, gurú, líder y apóstol de la industria del marketing.
Todo ésto viene a colación de una conversación bastante crítica con un conocido acerca del sentido de este "blog de marketing" como lo definía él. Entendiéndolo así dada la mayor dedicación de mi tiempo a esta crápula profesión.
- Que tienes que poner más casos prácticos, utilizar ejemplos de campañas de éxito, colgar más vídeos con anuncios de YouTube, ... Sólo así mostrarás lo que sabes, o dices saber, para poder vender a Vinomio ..., bla, bla, bla.
Simplemente, no.
Para tal labor ya se esfuerzan toda esa cantidad de entendidos y técnicamente bien formados blogueros del sector (esta misma semana hago un listado de mis preferidos en una segunda parte de este post). Lo único que pretendo en este espacio -se lo digo a él y lo uso, además, como herramienta de autoconvicción- es aportar una manera diferente de acercarse a las marcas y al trabajo de su construcción. Alejado de los tópicos tradicionales de su práctica y relacionado con un pensamiento dispar. Desde lo difuso y alejado de ciertas analogías, filosofías y maneras de entender la vida, no sólo consumista, es desde donde me siento más cómodo realizando mi trabajo.
Por ello, sirva este post para reafirmarme en la idea de hacer algo diferente con mi equipo junto con aquellas marcas que confían en nosotros, sorprendentemente, cada vez más en este fatídica y crítica época. Quizá hayan sido unos fatigosos años de combate dialéctico en la búsqueda de un mensaje aceptado por quien ahora nos prefiere. O como me dijo hace un par de días, en una de nuestras estupendas conversacione telefónicas una de esas personas a las que la vida te ha llevado lenta y agradecidamente, y por tanto, perennes compañeros vitales:
- César, has encontrado tu storytelling, el patrón, el molde para las ideas. No lo pierdas.
Y tú que lo veas, amigo.
C
No seré yo quien intente imitar en este blog esas plataformas. Por otro lado, tan interesantes y necesarias para todos aquellos a los que nos dedicamos a esta dichosa profesión de construir marcas que permiten a nuestros clientes vender en mejores -o al menos diferentes- condiciones que su competencia.
Sus análisis permiten conocer, de la mano de estupendos profesionales, cómo perciben ellos una profesión, la estudian y desentrañan. Nos la comunican de manera absolutamente gratuita, aunque no desinteresada, a mayor impacto de su marca personal, mayores emolumentos para la agencia que dirigen o en la que trabajan. Justo, por otro lado.
Por tanto, qué sentido tiene hacer lo que ya hacen tanto experto, gurú, líder y apóstol de la industria del marketing.
Todo ésto viene a colación de una conversación bastante crítica con un conocido acerca del sentido de este "blog de marketing" como lo definía él. Entendiéndolo así dada la mayor dedicación de mi tiempo a esta crápula profesión.
- Que tienes que poner más casos prácticos, utilizar ejemplos de campañas de éxito, colgar más vídeos con anuncios de YouTube, ... Sólo así mostrarás lo que sabes, o dices saber, para poder vender a Vinomio ..., bla, bla, bla.
Simplemente, no.
Para tal labor ya se esfuerzan toda esa cantidad de entendidos y técnicamente bien formados blogueros del sector (esta misma semana hago un listado de mis preferidos en una segunda parte de este post). Lo único que pretendo en este espacio -se lo digo a él y lo uso, además, como herramienta de autoconvicción- es aportar una manera diferente de acercarse a las marcas y al trabajo de su construcción. Alejado de los tópicos tradicionales de su práctica y relacionado con un pensamiento dispar. Desde lo difuso y alejado de ciertas analogías, filosofías y maneras de entender la vida, no sólo consumista, es desde donde me siento más cómodo realizando mi trabajo.
Por ello, sirva este post para reafirmarme en la idea de hacer algo diferente con mi equipo junto con aquellas marcas que confían en nosotros, sorprendentemente, cada vez más en este fatídica y crítica época. Quizá hayan sido unos fatigosos años de combate dialéctico en la búsqueda de un mensaje aceptado por quien ahora nos prefiere. O como me dijo hace un par de días, en una de nuestras estupendas conversacione telefónicas una de esas personas a las que la vida te ha llevado lenta y agradecidamente, y por tanto, perennes compañeros vitales:
- César, has encontrado tu storytelling, el patrón, el molde para las ideas. No lo pierdas.
Y tú que lo veas, amigo.
C
Estimado Leon
ResponderEliminarcoincido con la licencia que todo artesano debe tener para explicar su existencia, la confusion la genera el compartir espacio con tu "industria"
ahora que ya hay historia, arranca la editorial!!!
Ay querido anónimo, que también hay que comer, jajaja.
ResponderEliminarCreo que la "industria del branding" puede asumir las pequeñas reflexiones que hago por aquí. A partir de ahora hablaremos del branding filosófico pero sólo aquí y en las charlas. Que los clientes necesitan operatividad, funcionalidad, buena ejecución y éxito comercial.
La editorial será de eBooks, así que vete preparando tu Kindle, ;-)
Gracias por tus sinceros comentarios.
C